29 de abril de 2009

Black Sabbath - Paranoid


Aunque mi disco favorito de Black Sabbath es su homónimo primer trabajo, os quiero hablar de Paranoid, su segundo disco de estudio y segundo también en mi orden de preferencia. Cuando un disco aparece en los primeros puestos de la historia en todas las listas de rock, es por algo, incluso en publicaciones más comercialoides como la Rolling Stone. Paranoid, es el trabajo más vendido de toda la discografía de Black Sabbath, un álbum de esos que se llaman redondos. El segundo corte que da título al disco es mi preferido y uno de los más conocidos de la banda. Un tema que surgió en media hora, en un descanso entre sesión y sesión en el que exceptuando el guitarrista Tony Iommi, el resto de la banda se fue a por unas cervezas. El bueno de Iommi empezó con el frenético riff conocido por todos y como no estaban enchufadas las grabadoras se tiró la media hora de descanso tocando sin parar para no olvidarse de los acordes, esperando que llegaran los demás.

Otro de los temas importantes del disco, es War Pigs. En un principio, el disco se tenía que llamar así, pero presiones de la discográfica les hizo cambiar el título. El tema lanza durísimas críticas hacia la guerra de Vietnam, los militares y los políticos, calificándolos como bien dice el título de la canción de “cerdos de la guerra”. Iron Man, es otro de los himnos de Sabbath, en el nos explican la historia de un hombre que, viendo el fin de la humanidad, viaja al pasado para salvarla. En el viaje pierde el habla y el movimiento, lo que hace que la gente no le haga caso de su holocautsico aviso. Harto de tanta indiferencia, desatará lo que había venido a evitar. Las drogas hacen aparición en Hand of Doom y Fairies Wear Boots en forma de adicción y el abuso de alucinógenos. Los Sabbath más oscuros, como los del primer álbum, vuelven en Electric Funeral, dónde nos hablan de un mundo devastado por la guerra nuclear.
Un disco para degustar desde el primer al último tema, con unos Black Sabbath en la etapa de máximo explendor de la banda. Disco imprescindible en nuestra colección.

Pentagram - Relentless


Relentless, es uno de esos discos imprescindibles en la historia del Doom Metal Tradicional, un álbum que se empezó a forjar en 1985 y que aún hoy se puede disfrutar sin pensar que tiene más de 20 años. Si te gustan los primeros Black Sabbath, Relentless no te defraudará, ya que es una especie de homenaje de la banda liderada por Bobby Liebling, a los jefazos del Heavy Metal pesado. Once cortes de temática oscura y con unas de la guitarras más pesadas grabadas hasta ese momento. Ahí es donde entra en escena el gran Victor Griffin. Temas como "Sinister" o "Death Row", nos van a recordar como he dicho antes a los Sabbath del Paranoid, aunque con un sonido más sucio y directo. Relentless, es un disco que está lleno de pequeños detalles dignos de mencionar, uno de ellos es el pegadizo riff de "The Deist", machacón como pocos durante todo el tema. El guiño jipi en "You're Lost, I'm Free", o el tema más metálico del disco, "Dying World", que nos demuestra que los de Virginia también saben tocar rapido. Todos los temas del disco están escritos por Liebling y Griffin, pero no nos podemos olvidar de la base rítmica, Martin Swaney al bajo y Joe Hasselvander a la bateria. Este también participo en la letra de "The Ghoul".

Pentagram y Relentless, son sin duda una de las bandas y uno de los discos a reivindicar, no os olvidéis nunca.
Desde 1985, ha sido reeditado tres veces, y eso pasa con muy pocos trabajos.

28 de abril de 2009

Moho - Chotacabra



Hablar de Chotacabra, el tercer disco del trio madrileño, Moho, es hablar de uno de los discos del año 2008 ,al menos en mi lista estará entre los tres primeros. Si a eso le unimos que han superado sus buenísimos trabajos anteriores, 20 Uñas y He Visto la Cruz al Revés, te das cuenta de que estos tios van en serio. Superarse disco tras disco está al alcance de muy pocos, y Moho lo están consiguiendo.

Chotacabra, te va a coger por los huevos desde el primer tema, que da título al disco, hasta Garaje Champion que es el que cierra el álbum, y no te los va a soltar. Una auténtica descarga de riffs machacones, un bajo atronador y una batería que es un auténtico martillo pilón. Es increible como tan solo tres tios pueden crear un muro de sonido tan contundente. La voz de Iñaki, que parece que surge de las tinieblas y viene a castigarte por tus pecados, aparece en el momento aportuno en cada tema, alternándose con las partes instrumentales que suenan de una manera brutal. La secuencia de Gargantor, Demacronch y Terror Ultramarino , es mi preferida del disco, es Moho en estado puro y punto. Pero la cosa no acaba aquí, ya que a este trio de temas le sigue, Torpedo, que te dejará flipando con los cambios de ritmo durante todo el tema; del doom más lento al sludge más rápido y sucio. Una verdadera delicia que te sorprenderá hasta en el mismísimo final. El séptimo tema es Anciago, el más lento y desesperante de todo el álbum. Una canción digna de sonar en mi funeral, amigos.

En fin, un disco que no va a defraudar a los amantes del buen sludge y que se convertirá en indispensable en nuestra discografia, porque señores, Moho ya juega en otra liga, la de los grandes.